viernes, 7 de abril de 2017

Valle De Azacualpa


Ubicado en el centro del departamento, en la aldea de Azacualpa, es un valle de vocación agrícola y ganadero, con una belleza escénica impresionante. Las comunidades lencas diseminadas en todo el valle de Azacualpa mantienen costumbres y métodos agrícolas ancestrales y propios de la etnia lenca: la cooperación entre personas y una verdadera vida comunal son aspectos culturales que se pueden compartir sólo en el valle de Azacualpa.

Hace aproximadamente unos 200 años en donde hoy se conoce como “La Aldea de Azacualpa” llego una tribu de indígenas que se llamaban los Lintercalas o Gegeguan que en ese tiempo el lugar se llamaba Eramanys o Lugar de Asaltadores le llamaban así porque ahí llegaban a refugiarse los asaltantes, ya que era un lugar montañoso y no existía el valle de Azacualpa. Los Eramanys o Gegeguan se vestían con túnicas o naguas, ellos se alimentaban de hierbas y un monte llamado Ciriligua, hablaban una lengua que no se les entendía. Una parte de la gente murió en un diluvio que paso, la otra parte murió por una enfermedad llamada “La Viruela Negra”, Los cadáveres fueron sepultados en los pies de los árboles, quedando así un lugar desolado donde solo quedo árboles.


El monseñor andaba acompañado de muchas personas más y andaba un aparato para detectar tesoro Don Casianito lo dirigió hacia Azacualpa, llegando al lugar el monseñor dijo: ubiquen el aparato aquí, el aparato dio una señal que siguieran hacia adelante y ubicaron de nuevo el aparato y marco que había algo ahí, el monseñor dijo que excaven el lugar, ya habían escavado 2 metros y no encontraron nada, el monseñor ordeno que sigan escavando , a los tres metros encontraron una pesada y lujosa caja de madera, el cual contenía dentro un calix de oro , una patena de oro y un copón de oro, el monseñor cargo la lujosa caja a un burro que lo llevo hacia “La Esperanza” , el monseñor oficializo una misa por el hallazgo de un tesoro muy grande.



Laguna De Chiligatoro y Madre Vieja


Avanzar en la carretera desde Siguatepeque en dirección a La Esperanza, Intibucá, tiene una parada obligada, una bella laguna localizada al margen izquierdo de la carretera, un cuerpo de agua fascinante que la mayor parte del tiempo pasa cubierta con niebla, un nombre particular que a muchos confunde, Madre Vieja, nombre que pareciera asociarse a figuras matriarcales posiblemente de los pobladores originales de ese lugar como son los lencas.

Tomando una calle de tierra y adentrándose en el área rural, otra belleza, Chiligatoro, una laguna donde el aire lenca se respira por todos lados, aires indígenas en un entorno verde, un sitio donde el misticismo comienza a ser tangible.
Hay un dato que la mayoría desconoce alrededor de estas lagunas y son las leyendas y creencias que Anne Chapman nos revela en el libro  “Los hijos del Copal y La Candela” del cual les presentamos un extracto a continuación:

..Allá por 1965, se pagaba a la laguna con pollos y ofrendas, actos que se realizaban por medio del delegado de la aldea de Chiligatoro a través de un rezador anciano, no pagarle a la laguna tenía consecuencias amenazantes ya que se convertía en laguna “traga gentes”, el no realizar el pago hacía que un toro apareciera en medio de la laguna esto como signo que “el dueño” o duende reclamaba su merecido pago…
Pero él no cumplir con el pago hacía que “el dueño” tomara la vida de criaturas dentro del vientre materno, de aquellas mujeres que llegaban a la ribera de la laguna a pescar, pero eso no era todo ya que también “el dueño” podría tomar la laguna y llevársela a otro lado o bien darle órdenes a los “Managuas” para que ellos lo hicieran utilizando cascarones de huevos en medio de tormentas, los managuas, ángeles malos y picaros que están a las órdenes de los duendes o dueños de las lagunas…
-Esta creencia de que los dueños o los managuas cambiaban de sitio a las lagunas también eran alimentadas por acciones realizadas por el hombre tal como lo sucedido en las lagunas de Madre Vieja y Chiligatoro, cuando se hicieron presas que hicieron que las lagunas “cambiaran de lugar” y se mantuvieran llenas- es así que los pobladores de la zona creyeron que la laguna Madre Vieja fue trasladada cerca del pueblo de San Juan y la de Chiligatoro al pueblo de San Miguelito.





Festival de la papa


Los días 26,27 y 28 de agosto, están llenos de emoción habrá música, festival de la Canción, Carnavalitos que pueden ser disfrutados en familia, si desea compartir un momento agradable y de un clima singular venga a las ciudades Gemelas de la Intibucá y la Esperanza.

El municipio de Intibucá, este 27 y 28 de Agosto, invita a celebrar la tradición del XXIV Festival Nacional de la Papa. Conservando muchas costumbres propias culturales del Pueblo Indígena Lenca y agregando nuevas tradiciones, la Alcaldía de Intibucá, promueve este evento que resalta las actividades agrícolas que representan el sustento aproximadamente de 4, 500 familias del municipio de Intibucá, Intibucá; tanto desde el punto de vista alimentario como económico.

Entre las actividades planeadas por el comité organizador del Festival para la celebración están: desfile de carrozas, jaripeo, noche del recuerdo, festival de la canción, mercado verdes y degustación de la gastronomía Intibucana tradicional también a base de Papas, las actividades iniciaron desde el sábado 20 de agosto en el atractivo turístico Laguna Madre Vieja, dentro de las actividades también se presentó a las candidatas al Reinado Nacional de la Papa.





Rio Grande

Aproximadamente a 1.3 Km de la aldea de Río Grande hay una hermosa cascada de agua con una caída libre de unos 120 m de altura. Río Grande está ubicado a 19.5 Km de La Esperanza.

Al llegar a Río Grande pasara frente a la escuela y deberá bajarse frente al campo de fútbol. A un costado del campo está la pulpería “Divino Paraíso” propiedad de Don Elías Pineda Tabora. Don Elías es la autoridad del pueblo y la podrá ayudar con información referente a la zona. Aunque no hay hoteles, si usted tiene equipo para acampar, también lo puede hacer sin ningún problema.

 El sitio es muy seguro. Aunque está bien marcado el camino, es buena idea contratar a un guía para que lo asista llegar a la cascada. La vista de la cascada es espectacular desde la parte de abajo, pero el camino puede ser muy lodoso y liso durante el invierno. Por lo mismo vale la pena llevar a un guía que le asista. Camino a Río Grande pasara frente a laguna de Chiligatoro, una pequeña y pintoresca laguna en donde se han sembrado peces y hay un programa para ofrecer paseos.

 Aquí también podrá visitar una cooperativa de mujeres Lenca que siembran flores. Aproximadamente a medio camino entre Chiligatoro y Río Grande pasara por la aldea de Cacao. Aquí hay una cooperativa textil que elabora pañuelos, chales y ponchos a partir de telares manuales. Además de comprar productos aquí, podrá visitar las casas en donde están los telares para observar esta tradición casi perdida en Honduras.




Cerro de los Hoyos


Pocos sitios en Honduras generan tantas preguntas sin respuestas como este cerro ubicado en la comunidad de Los Olivos, municipio de Yamaranguila, a escasos seis kilómetros de La Esperanza. En este tupido y frío bosque nublado, varios agujeros casi perfectamente cilíndricos se extienden en el suelo hasta profundidades que alcanzan los veinte metros.

Abundan teorías de cómo y quién hizo estas enigmáticas excavaciones. Algunas de las más comunes apuntan a que eran minas de obsidiana, la cual abunda en esta zona. No faltan las teorías del origen extraterrestre de estas extrañas formaciones. No hay estudios científicos puntuales que puedan confirmar ninguna teoría.

Uno de los atractivos del sitio es la vegetación del bosque nublado de la zona, con su gran cantidad de calofilos y abundancia de helechos. El sitio está cerca del cerro El Cedral, que con 2,045 m sobre el nivel del mar es el punto más alto en la zona.

Para llegar a los Hoyos se puede caminar desde La Esperanza. El tiempo de recorrido para llegar es de una hora y media, debido a que la mayor parte del camino es ascenso. Hay que tomar el camino hacia el Valle de Azacualpa vía Quiaterique




Bosque Enano, La Esperanza Honduras


En un paraje que a simple vista puede ser confundido con maleza común, se encuentra escondido y muy bien organizado un hermoso bosque de árboles enanos, único de su tipo en Honduras.
El peculiar Bosque Enano está ubicado aproximadamente a uno 4 Kms. de distancia de la ciudad de La Esperanza, departamento de Intibucá.

El pequeño bosque se extiende a lo largo de una manzana de terreno y está compuesto por una serie de 100 grupos de arbolitos que no superan los 30 centímetros de altura. En cada grupo hay entre 3 y 5 tipos diferentes de árboles de más de 100 años de vida.

El sitio donde está ubicado el Bosque Enano posee clima frio y ventoso, sin embargo, una barrera de frondosos Pinos que esta plantada a su alrededor lo protegen de los fuertes vientos.

Estudios realizados por Biólogos extranjeros revelan que, cada grupo de arbolitos del Bosque Enano de Lepaterique contiene los mismos componentes de un bosque normal, pero éstos no llegaron a desarrollarse de la misma manera y se quedaron pequeños debido al exceso de rocosidad y alcalinidad del suelo donde están plantados.


La composición del suelo es similar al suelo volcánico que le quita los nutrientes a la tierra provocando el poco desarrollo de los árboles y plantas del sitio.



La Gruta


La Gruta es una ermita construida en una cueva de piedra, para llegar a ella hay que subir una escalinata que según fue construida por reclusos de centro penal de La Esperanza, en tiempos del Comandante de Armas J. Inés Pérez.

Desde la cima, el visitante tiene una vista panorámica y única de los municipios de La Esperanza e Intibucá mientras disfruta del aire fresco que ahí ase, en este precioso lugar se lleva a cabo actividades religiosas como la procesión de Semana Santa y entre otras actividades culturales, entre ellas la coronación de la reina del Festival de la Papa, Reina del Durazno, Festival del Vino y el Choro.

En este mismo lugar está la famosa gruta de la inmaculada Concepción, donde permanece la figura de esta virgen católica. La Gruta se hizo en el Gobierno de Tiburcio Carias Andinos dirigido por el Comandante de Armas J. Inés Pérez políticos de aquel tiempo su construcción se basa en el arte de piedra y barro en la edad del barroco el cual se realizó en una piedra que fue picada. Para edificarla, el coronel recogió a personas ebrias que ambulaban por la ciudad y los enviaba a trabajar picando piedra, otros que laboraban diariamente eran los reos.



Comidas Típicas del Departamento de Intibucá


Comidas

Flor de izote
Arroz corriente
Mondongo
Sopa de olla
Sopa de albóndigas
Carne asada
Sopa de frijoles con carne
Sopa de Chipilin
Nacatamales
Montucas y Tamalitos
Tortitas de yuca






Bebidas


Ponche infernal
Horchata
Fresco de chian
Vino de papa
Chicha
Atol Chuco







Municipios del departamento de Intibucá


El código Administrativo del departamento de Intibucá es 10. Es por esa razón que el número de identidad de los habitantes nacidos en este departamento comienza con el digito 10 seguido del código administrativo del municipio donde nació, según se muestra en la siguiente lista.

01 – *La Esperanza – 1001
02 – Camasca – 1002
03 – Colomoncagua – 1003
04 – Concepción – 1004
05 – Dolores – 1005
06 – Intibucá – 1006
07 – Jesús de Otoro – 1007
08 – Magdalena – 1008
09 – Masaguara – 1009
10 – San Antonio – 1010
11 – San Isidro – 1011
12 – San Juan de Flores – 1012
13 – San Marcos de La Sierra – 1013
14 – San Miguel Guancapla – 1014
15 – Santa Lucía – 1015
16 – Yamaranguila – 1016
17 – San Francisco Opalaca – 1017




Datos de Interes de Intibuca

La creación del departamento de Intibucá se realizó por petición del Gobernador Político del departamento de Gracias, Sr. José María Cacho, quien en un informe explicaba la gran necesidad y conveniencia de dividir en dos este último ya que por su gran extensión era muy difícil su administración. A raíz de esta solicitud, el 7 de Marzo de 1883 se solicitó oficialmente la creación de un nuevo departamento bajo Decreto No. 10.

En el mes de Abril de ese mismo año se emitió el Decreto de creación del nuevo departamento, al que llamaron Intibucá. El departamento fue creado tomando parte también del departamento de La Paz.
Las principales ciudades del departamento son Intibucá y La Esperanza. Son dos ciudades gemelas que juntas forman una gran ciudad, pero cada una independiente de la otra ya que poseen su propia Municipalidad y administración.

Las dos ciudades están separadas únicamente por una pequeña calle, que con sólo cruzarla se puede ir de una ciudad a otra. Antiguamente, La ciudad de La Esperanza era parte del departamento de Gracias, pero en 1883 cuando obtuvo el título de ciudad pasó a formar parte del recién creado departamento de Intibucá.


Historia del Departamento de Intibuca



La tradición cuenta, que en este mismo lugar que hoy está ubicada la ciudades de La Esperanza e Intibucá, en tiempos remotos existieron los pueblos gemelos de origen “MAYA – LENCA” llamados respectivamente ERAMANI y LENTERCALA, los Eramanies ocupaban toda la planicie de Lepaterique y El Tejar extendiéndose hasta el barrio Plaza de Armas y Viejo Cementerio. El cabildo de los Eramanies nos cuenta que existió donde actualmente se encuentra la casa de don Miguel López Arriaga siendo el primer alcalde de la vara alta don Francisco de la Cerda, ya en tiempos de la colonización española. Los Lentercala, por su parte estaban situados en el barrio arriba (El Calvario y El Centro), donde hoy vemos la casa cural de La Esperanza, tenían su cabildo donde permanecían el alcalde auxiliar de la Vara Alta y los alguaciles que impartían justicia.

Con el transcurrir de centenares de años en la época colonial, siendo alcalde don Francisco de la Cerda (español) nombrado por la real disposición de España con la finalidad de asesorar a los indígenas en el manejo de su jurisdicción municipal, se llevo a cabo la señalización de las tierras indígenas correspondientes al pueblo de Jicaramani que así se llamaba entonces Intibucá y según documento con fecha 10 de noviembre de 1647, se procedió a la demarcación territorial partiendo del lugar llamado Lentercala, que actualmente es Azacualpa con la presencia de Caciques, regidores nativos y vecinos autóctonos de la región; señalizando las tierras correspondientes a su jurisdicción municipal con mojones, indicativos de límites entre las diferentes aldeas cuyos nombres eran del dialecto lenca, los que posteriormente fueron cambiados por nombre de los Santos Venerados por el catolicismo.